El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La precaria situación económica del Ayuntamiento de Galapagar centró ayer una rueda de prensa convocada por la alcaldesa, Carmen Toledano, quien estuvo acompañado por varios ediles del cuatripartito. Deuda multimillonaria, escasas posibilidades de solicitar nuevos créditos e inversiones que se quedarán a la espera dibujan un panorama complicado ante el que es imprescindible poner en marcha un plan de saneamiento. “Dan ganas de salir corriendo”, dijo el concejal de Foro Verde José Luis Barceló, aunque la responsabilidad del gobierno obligue a buscar soluciones imaginativas, con un mayor control del gasto. Pero tampoco conviene caer en catastrofismos, a pesar de que a esto se una que nos encontramos en un momento en que la coyuntura económica no ayuda precisamente a salir del bache, y sí más bien a mirar hacia delante. El hecho de que aún no se hayan aprobado los presupuestos para 2008, hecho que una y otra vez recuerda el Partido Popular, tampoco contribuye a ordenar la situación, y más si tenemos en cuenta que son cuatro los grupos presentes en el Ejecutivo. En este sentido, cabe pedir más operatividad y menos formalismos, y como ejemplo baste señalar que en el pleno celebrado en la tarde del miércoles se emplearon 90 minutos para aprobar únicamente las actas de las sesiones anteriores y una ordenanza (todavía de manera inicial) sobre la concesión de subvenciones. En este mismo pleno el PP se ausentó como protesta por lo que consideran una “actitud antidemocrática” por parte de la regidora, una muestra más de un mapa político condenado al enfrentamiento si unos y otros no comienzan a hacer esfuerzos en aras de un entendimiento que es más que nunca necesario si no quieren que en el Ayuntamiento se reproduzcan esperpénticos episodios como los que se han vivido esta semana en Hoyo de Manzanares, donde la moción de censura acabó por no salir adelante en medio de un espectáculo bochornoso que poco hace por la dignidad de la política local. Galapagar se ha caracterizado en las últimas legislaturas (incluida la pasada, cuando el PP gobernó con mayoría absoluta) por un continuo vaivén en el que los principales perjudicados son los ciudadanos. Y ahora, apenas unos meses después de las elecciones municipales, la historia parece repetirse.