La Comunidad de Madrid ha lanzado el Programa de Asistencia Ventricular de Larga Duración en el Hospital Universitario de La Princesa, destinado a pacientes con enfermedades cardíacas que no son candidatos para un trasplante. Desde su inicio en junio, se ha realizado con éxito el primer implante en un paciente de 71 años con disfunción cardíaca severa. Este dispositivo mecánico ayuda al corazón a bombear sangre y permite a los pacientes llevar una vida más activa bajo supervisión médica. El programa destaca la importancia del papel de los cuidadores en el manejo del dispositivo y busca mejorar la calidad de vida y la supervivencia a largo plazo de estos pacientes. Con este avance, el hospital se posiciona como un referente en tratamientos complejos de insuficiencia cardíaca.
El Hospital público Universitario de La Princesa, ubicado en la Comunidad de Madrid, ha dado un paso significativo en el tratamiento de enfermedades cardíacas con el lanzamiento de su Programa de Asistencia Ventricular de Larga Duración. Este programa, que comenzó en junio, está diseñado para aquellos pacientes que no son candidatos para un trasplante de corazón. En una primera intervención exitosa, se implantó este dispositivo a un paciente de 71 años que presentaba una disfunción cardíaca severa.
La asistencia ventricular es un dispositivo quirúrgico que ayuda al corazón a bombear sangre cuando este no puede hacerlo por sí solo. Funciona como un soporte mecánico mediante un pequeño motor que compensa la insuficiencia del órgano. Los pacientes llevan consigo un controlador externo que incluye un monitor y una batería portátil, además de un cable conocido como driveline, que conecta el implante al exterior del cuerpo.
El primer paciente beneficiado por esta tecnología ha mostrado una evolución positiva. Desde julio, ha comenzado su proceso de rehabilitación física, realizando ejercicios bajo la supervisión de su familia, quienes también están recibiendo formación sobre los cuidados necesarios para el dispositivo. Con el tiempo, se espera que pueda llevar una vida casi normal, siempre bajo vigilancia médica.
La participación activa de los cuidadores es crucial para el éxito del tratamiento. El programa enfatiza la importancia de enseñar a los familiares cómo realizar adecuadamente las curas del driveline y mantenerlo limpio para prevenir infecciones.
Este innovador procedimiento busca mejorar la supervivencia a largo plazo en pacientes cardíacos no aptos para trasplante. Además, les permite disfrutar de una mejor calidad de vida al reducir las limitaciones impuestas por la fatiga en actividades cotidianas.
La inclusión del Programa de Asistencia Ventricular en el Hospital público Universitario de La Princesa se debe a la extensa experiencia del centro en el manejo de insuficiencia cardiaca y al trabajo conjunto de más de 40 profesionales especializados, incluyendo cardiólogos, cirujanos cardiacos y enfermeros. Todos han recibido capacitación específica para cada fase del proceso: desde la selección inicial hasta el postoperatorio.
Anualmente, se realizan alrededor de cien procedimientos similares en España, siendo aproximadamente el 20% llevados a cabo en hospitales públicos madrileños. Con esta iniciativa, La Princesa se une a un grupo selecto de centros que ofrecen tratamientos avanzados previamente reservados para instituciones con programas activos de trasplante cardíaco.
Cifra | Descripción |
---|---|
71 | Edad del primer paciente que recibió el implante |
100 | Número aproximado de procedimientos realizados anualmente en España |
20% | Porcentaje de procedimientos realizados en la sanidad pública madrileña |
40 | Número de profesionales involucrados en el tratamiento |
Es un programa iniciado en el Hospital público Universitario de La Princesa para pacientes con enfermedades cardíacas que no pueden optar a un trasplante, proporcionando asistencia mecánica al corazón.
La asistencia ventricular se coloca mediante cirugía en el ventrículo y ayuda al corazón a bombear sangre cuando está demasiado débil. Incluye un controlador externo, una batería portátil y un cable que conecta con el implante.
Los cuidadores son esenciales para el éxito del tratamiento, ya que deben aprender a realizar correctamente las curas del dispositivo y mantenerlo limpio para evitar infecciones.
Mejora la supervivencia a largo plazo y la calidad de vida de los pacientes que no son candidatos a trasplante, permitiéndoles llevar una vida más activa sin limitaciones por fatiga.
Aproximadamente se realizan alrededor de un centenar de estos procedimientos anualmente en España, siendo un 20% en la sanidad pública madrileña.