La Policía Local de Galapagar ha lanzado una serie de "Policonsejos" para garantizar un verano seguro en las piscinas municipales y comunitarias. Con la llegada del calor, es crucial extremar precauciones para evitar accidentes. Se recomienda supervisar constantemente a los bañistas, especialmente a niños y personas vulnerables, y cumplir con las normas de seguridad establecidas. Además, se aconseja enseñar a nadar desde pequeños y mantener hidratación adecuada. En caso de emergencia, se debe contactar al 112. Para más información sobre cómo disfrutar de un verano seguro en las piscinas, visita el enlace.
Con la llegada del verano y el aumento de la actividad en las zonas de baño, la Policía Local de Galapagar ha lanzado un recordatorio sobre la necesidad de extremar las precauciones para evitar incidentes que puedan arruinar las vacaciones de los usuarios. Las piscinas, espacios destinados a la diversión y el esparcimiento, pueden convertirse en escenarios de accidentes si no se toman las medidas adecuadas.
Los incidentes más comunes suelen estar relacionados con pequeños descuidos o la falta de atención a las normas básicas de seguridad. Por ello, es crucial mantener una vigilancia constante y no confiarse, ya que un momento de distracción puede tener consecuencias graves.
Además, el desconocimiento sobre primeros auxilios o cómo actuar ante emergencias puede complicar situaciones que podrían resolverse fácilmente con una intervención adecuada. Ante cualquier duda, lo mejor es no manipular a la persona afectada y buscar ayuda profesional rápidamente. La prudencia y la prevención son esenciales para garantizar la seguridad en las piscinas municipales y comunitarias.
Con esta premisa, la Policía Local ha elaborado una serie de “Policonsejos” dirigidos a los vecinos del municipio, con el objetivo de prevenir situaciones que puedan estropear un día perfecto en la piscina.
Supervisión constante: Es fundamental vigilar no solo a los menores, sino también a personas mayores o con habilidades acuáticas limitadas. El riesgo de ahogamiento puede materializarse en cuestión de segundos.
Prevención desde la infancia: Enseñar a nadar a los niños desde temprana edad es vital; sin embargo, esto nunca debe reemplazar la supervisión directa, incluso si utilizan manguitos o flotadores, ya que estos pueden dar una falsa sensación de seguridad.
Cumplimiento de normas: Respetar las reglas del lugar y seguir las indicaciones del personal de socorrismo es obligatorio. Estos profesionales están capacitados para identificar riesgos antes de que ocurran accidentes. Actitudes como el desdén hacia las normas pueden constituir infracciones graves. Entre las recomendaciones específicas se destacan:
Protección interna y externa: Durante el verano, es esencial mantenerse hidratado y utilizar protección solar para evitar golpes de calor y quemaduras.
Precaución tras las comidas: Después de una comida copiosa, se aconseja esperar antes de bañarse para evitar cambios bruscos de temperatura que puedan provocar mareos o pérdida del conocimiento.
Cuidado con objetos personales: Las piscinas suelen ser lugares concurridos donde pueden surgir oportunidades para robos. Se recomienda vigilar siempre las pertenencias personales.
Actuación frente a emergencias: En caso de emergencia, el número 112 está disponible para solicitar ayuda inmediata. Además, tanto la Policía Local como Protección Civil están presentes cerca de las instalaciones para actuar rápidamente si fuera necesario.
La vigilancia es fundamental no solo sobre los menores, sino también sobre personas mayores y vulnerables, ya que el riesgo de ahogamiento puede materializarse en apenas segundos.
Es esencial enseñar a nadar a los más pequeños desde edades tempranas, pero esto nunca sustituye la supervisión directa, incluso si usan manguitos o flotadores, ya que estos pueden dar una falsa sensación de seguridad.
Es obligatorio respetar las normas de las instalaciones y seguir las indicaciones de los socorristas, quienes están cualificados para detectar riesgos antes de que ocurran accidentes.
Se recomienda esperar antes de bañarse tras una comida copiosa para evitar cambios bruscos de temperatura que puedan provocar mareos o pérdida de conocimiento.
Dado que las piscinas son lugares concurridos, es recomendable vigilar siempre las pertenencias personales para evitar robos.
En caso de emergencia, se debe llamar al 112 para solicitar ayuda inmediata. La Policía Local y Protección Civil también están disponibles cerca de las instalaciones para actuar rápidamente si es necesario.