San Isidro avanza por buen camino

Un triunfo más polémico
La otra faena de puerta grande la realizó José María Manzanares el miércoles 18, frente a los toros de Núñez del Cuvillo, que fueron remendados en el reconocimiento con dos ejemplares de Ortigao Costa. Este triunfo fue más polémico, ya que Manzanares tuvo pasajes muy buenos sobre ambas manos, pero al conjunto le faltaron dos puntos para que fuese de mayor categoría. Ayudó mucho la gran estocada con la que tumbó al toro.

El Juli también conquistó un trofeo tras una faena poderosa y con mucha técnica, demostrando una vez más el excelente momento que atraviesa el espada madrileño.

Sebastián Castella, con el lote menos lucido, se fue de vacío en uno de los carteles más fuertes del serial venteño.

La sorpresa más grata de San Isidro ha sido hasta ahora la del torero vasco Iván Fandiño, a quien le tocó en suerte el toro más manejable de la descafeinada corrida de Paco Medina con el hierro de El Montecillo, lidiada el sábado 14 de mayo. Fandiño causó por su aplomo y su forma tan personal y pura de torear sobre la mano izquierda, donde imprimió mucha profundidad y todo cimentado en un valor sereno. Tras un soberano espadazo cortó una de las orejas de más peso de la feria. Su segundo toro no le ayudó. De lo contrario, hubiera estado cerca de volver a conquistar el triunfo. Esta misma tarde Uceda Leal estuvo conformista frente a un toro manejable. El madrileño cogió la sustitución dejada por Leandro, que el día anterior había cortado una oreja. Uceda toreó de manera clásica y muy templada frente a un toro de Juan Pedro Domecq que lidió la corrida de mejor nota de lo que va de feria. Rubricó su faena con un gran espadazo.

Por su parte, Juan Bautista no se entendió con un toro bravo y de mucho fondo, al que no supo buscar el acoplamiento en ningún momento. Tampoco Morenito de Aranda estuvo inspirado frente a un toro que sacó trasmisión en el último tercio. Fue un gran homenaje para el ganadero recientemente fallecido en accidente de circulación.

Desastre ganadero
El petardo ganadero llegó el día de San Isidro, con un impresentable lote de Núñez del Cuvillo que nunca debió pasar el reconocimiento veterinario. Morante sólo pudo dejar algún detalle y el toricantano Arturo Saldívar tuvo una actuación muy prometedora que le debe valer. Expuso mucho con el toro de más movilidad del encierro y se mostró valiente y decidido, toreando muy bien sobre la mano izquierda. Si la espada llega a viajar viajado con más fortuna hubiera tocado pelo.

En la novillada santacolomeña de Flor de Jara, celebrada el lunes 16 de mayo, merece la pena destacar las excelentes actuaciones de Jiménez Fortes y Víctor Barrio. El primero fue herido en el muslo, pero tuvo la vergüenza torera de mantenerse en el ruedo y firmar una actuación muy vibrante frente a un utrero peligroso. Antes había toreado formidablemente de capa.

Barrio dio la vuelta al ruedo tras torear con compostura y temple a un novillo de buena condición pero al que le faltó chispa. La estocada se fue a los blandos, por lo que no cayó el trofeo.