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TERCERA DIVISIÓN / CUC Villalba, 0; Unión Adarve, 0

El CUC Villalba se despide virtualmente de Tercera División tras chocar con la sobriedad del Adarve

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
El fino hilo que sujeta a los amarillos a Tercera División se romperá en el momento en que el Atlético de Madrid C, vencedor en Aravaca por un gol en el minuto 94, empate o gane en la última jornada con el Alcobendas Sport, que este domingo, sin nada en juego, encajó un 1-5 del Alcorcón B, otro rival directo cuya estela perdió definitivamente el Villalba en una mañana aciaga. Tras empatar sin goles frente al Unión Adarve en la Ciudad Deportiva, el equipo serrano está obligado a ganar en Colmenar el último día y esperar a que en el Cerro del Espino ocurra lo totalmente inesperado.
En el día crucial, ya con el equipo a remolque de terceros, casi todos los elementos en juego parecieron actuar en contra del Villalba. La derrota por 2-0 del jueves ante el Internacional le obligaba nada menos que a derrotar al conjunto más sobrio y trabajado de todo el grupo, un Adarve que llegaba a la Sierra metido de lleno en la lucha por el título de liga y que no tuvo mayores dificultades en plasmar sobre el campo su jerarquía, en un primer tiempo de impotencia local. Ya a los cinco minutos, Bárcena evitó ante Lauri el 0-1, en una situación de mano a mano, mientras que el Villalba fiaba su intento ofensivo a lo que inventase Manu. El capitán, que probó con un disparo de rosca que se marchó muy lejos del objetivo de la escuadra, escarbó por todo el frente de ataque, sin encontrar las asociaciones necesarias para crear verdadero peligro. El Adarve, con De Paz por delante de la defensa de cuatro, y fijando siempre dos puntas natos, Martín y Lauri, pareció inabordable, en lo posicional y en lo puramente físico. Cortocircuitado en el medio, el Villalba ni siquiera pudo explotar las subidas de los laterales, controladas por el sistema de ayudas de los del Barrio del Pilar.

Con el paso de los minutos, la sensación de impotencia se fue acrecentando, y el goteo de ocasiones fue cayendo del lado visitante. Rubén estrelló en la espalda de Rubén Muñoz un remate que era mortal de necesidad, y Martín, que ya fue decisivo como central el año pasado, cuando anotó un gol, confirmó sus condiciones en la delantera, jugando en paralelo con Lauri. Suya fue la última ocasión de la primera parte, cuando ganó a los centrales un balón bombeado y pifió el remate cuando se quedó solo ante Bárcena. Entre medias, el Villalba sólo fue capaz de quitarse los grilletes en una acción por la banda izquierda, que acabó con un intento de remate a la media vuelta de Olalla, que en el área chica no encontró balón en posición inmejorable.

Al descanso, el panorama desolador de la mañana ya estaba medio consumado: el Torrejón, único equipo al que el Villalba superaba en el golaverage, apabullaba por 5-0 al Carabanchel (7-0 al final) y quedaba fuera del alcance; y los filiales, Alcorcón B y Atlético C, empataban. El Villalba seguía en descenso y obligado a una difícil victoria, a tenor de lo visto.

Fue entonces cuando el equipo buscó sus últimos gramos de fuerza para asumir riesgos y plantear un duelo de ida y vuelta del que pudo salir ganador cualquiera. A poco de empezar, Manu se sacó un formidable disparo de 25 metros que hizo volar a De las Heras para sacar el gol junto al larguero. En el otro lado, Martín siguió sembrando el pánico en cada arrancada a campo abierto, algo pocas veces visto en un jugador de su envergadura, aparentemente más apto para abrir defensas cerradas. Con el partido en un brete, Miguel Ángel Hernández rescató a Koke del banquillo y le situó de extremo derecho, justo después de que a Guille Fernández se le marchara alto un disparo desde la frontal, tras una buena dejada de Olalla. El Adarve, con Jesús ya en el campo, se empleó con mucho peligro a la contra y dispuso de dos claras ocasiones, en especial una en la que De Paz ganó una disputa de balón a Bárcena fuera del área y acabó chutando fuera sin portero.

Con el reloj avanzando inexorable, Miguel Ángel Hernández quemó todas la naves. Entraron Losa y Marcos Gil, se adelantaron las líneas y los laterales se constituyeron en extremos. Una jugada de Bielza acabó con un disparo de Koke que se marchó fuera por poco, en plena ruleta rusa. Pero el guiño final del destino, del que cabe interpretar que éste no ha sido el año del Villalba, fue el remate de Manu en el minuto 92 que la defensa sacó bajo palos. Fue justo para el partido, pero no para un año demasiado cruel, en el que el Villalba puede irse a Preferente con 48 puntos logrados en unas condiciones límite, una cifra de media tabla en temporadas normales. Si no hay vuelco, el descenso planteará el problema de cómo volver a una categoría que parece seguir resistiéndose a una presencia serrana consolidada en el tiempo, y que en Villalba parece ser insustancial, a la vista de lo que se detecta entre aficionados e instituciones.


CUC VILLALBA: Bárcena; Bielza, Rubén Muñoz, Dorado, Fabio; Eliot, Guille (A) (Marcos Gil, 84); Raúl (Koke, 62’), Manu, Herranz; y Olalla (Losa, 74),
A.D. UNIÓN ADARVE: De las Heras; Gonzalo, Cavadas, Juanma, Tano; De Paz; Rubén (A), Nogueira (A), Gianni (A) (Jesús, 54); Lauri (Calleja, 62) y Martín (Fernando, 72).
ÁRBITRO: Yuste Heredero (3). La mejor actuación arbitral de la temporada en un partido del Villalba en casa.

INCIDENCIAS: Cerca de 300 aficionados en la Ciudad Deportiva, en jornada de entrada gratuita.
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