El ‘Efecto Munir’ que no cesa
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Munir El Haddadi es el nombre del verano en la Sierra y en el fútbol español. “Aquí no se habla de otra cosa”, dice César, vecino de Galapagar, tras ver el debut del chico que jugaba en los descampados del pueblo. Un estreno que remite a los mejores, con zurdazo a la escuadra y un gol con toque con el exterior en carrera de un nivel técnico excelso. Goleó el Barcelona al Elche (3-0) y Munir compartió titulares con Messi, tras un partido seguido con júbilo por sus primos en un conocido restaurante de comida americana del centro de Galapagar. Su dueño, Ramón, cuenta que el fenómeno Munir le ha tocado de lleno, porque el padre, Mohamed, cocinero de profesión, tiene el domicilio familiar muy cerca de su establecimiento y ambos llevan a sus hijos de edad benjamín a jugar al Galapagar, cuyo campo de El Chopo fue un hervidero de medios de comunicación tras el gol al Elche.
Pero el Efecto Munir tiene mucha más historia. En abril se erigió en el máximo goleador de la Champions juvenil que ganó el Barça al Benfica, al que endosó un inolvidable gol desde el medio campo en la final. La actuación le valió el salto a la pretemporada del Barcelona y una ficha para jugar en el filial, con el que jugó los últimos cuatro partidos en Segunda División y marcó cuatro goles, la misma cifra que en el verano con los mayores, abrochada con un doblete en el Trofeo Joan Gamper.
De Galapagar a Majadahonda
Hasta aquí la historia más conocida de Munir, cuyos orígenes jugando en descampados y parques están en todas las conversaciones de Galapagar. Cuando su padre le llevó a la escuela municipal, los técnicos no tuvieron dudas. José María Escudero, entonces uno de sus técnicos y hoy director deportivo del CD Galapagar, cuenta que “se le veía algo especial desde el principio”. Fue él quien facilitó la segunda etapa en la evolución del jugador, cuando lo llevó al Santa Ana junto a otros jugadores, aprovechando la amistad con uno de los técnicos de base del club de Fuencarral. Y fue entonces cuando el representante Antonio Gabaldón empezó a llevar la carrera de Munir, sorprendentemente desapercibida para los equipos grandes de Madrid.
Enrique Vedia, presidente del Rayo Majadahonda, donde el chico derribó definitivamente la puerta con 31 goles en 29 partidos de cadete, señala que “Gabaldón nos lo trajo, como hace con otros futbolistas, y no es cierto que el Atlético nos lo cediera. Jugó con ellos un torneo de verano, pero como prueba. Desconozco por qué no lo cogieron. En cuanto al Madrid, yo ahí no soy sospechoso porque soy socio. El chico era del Madrid y fue ofrecido al Madrid, pero entonces el club no tenía la residencia de jugadores, un problema que ahora sí está resuelto. Se decidió que Munir no saliera de su entorno y con nosotros hizo un temporadón. Entre él y Borja Acha metieron más de 50 goles. Las cosas como son: el Barcelona trabajó muy bien”.
Munir, convocado ya con la selección sub 21, firmará próximamente un nuevo contrato con el Barcelona que dejará dinero por derechos de formación en sus tres clubes de base, un año de infantil en el caso del Galapagar. Mientras, en El Chopo se sigue la evolución de su hermano de 8 años, Suleyman, que pasa este año a benjamines. “Aquí le llamamos Suley”, precisa Escudero, en plena ola del Efecto Munir.