La meta de Santiago espera a Verona
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Carlos Verona afrontaba al cierre de esta edición la 18ª etapa de la Vuelta a España, con final en Monte Castrove, y lo hacía ya sin su jefe de filas en el Omega, Rigoberto Urán, obligado a abandonar a causa de una bronquitis asmática. En torno a la figura del colombiano ha girado todo el trabajo del sanlorentino, que afronta con más libertad de movimientos las cuatro etapas que le restan para completar su primera gran vuelta. El domingo, salvo que surjan imponderables, Verona alcanzará la meta de Santiago de Compostela y dará otro gran paso en su carrera, cuando aún no ha cumplido los 22 años.
Lo de menos en su actuación será su clasificación final. Situado en el puesto 72º a más de dos horas de Alberto Contador, las mayores pérdidas de tiempo se han dado en etapas en las que el trabajo ha sido grande para su líder. El día del abandono de Urán, en la etapa reina de la Ferrapona, Verona se quedó a ayudar al colombiano en La Cobertoria, y logró reintegrarle al grupo de favoritos. Finalmente, ello no sirvió de nada ante la enfermedad de Urán, que cedió cuarto de hora, por los más de 26 minutos de Verona. Aun así, todo ese trabajo en favor de Urán no ha impedido que el sanlorentino brillara con luz propia en dos etapas: la de la semana pasada en Valdelinares, y en la de la durísima Camperona, donde firmó la novena posición, a 2:15 minutos del ganador, el canadiense Ryder Hesjedal, y por delante de Chris Froome, Alberto Contador, Alejandro Valverde y Purito Rodríguez, los grandes de la carrera. Verona logró ese gran resultado al meterse en una escapada de 23 corredores formada en el kilómetro 40 de la etapa, que unía Santander y la Camperona, en León, previo paso por la larga ascensión de 21 kilómetros al Puerto de San Glorio. En sus rampas, Verona aguantó la criba que redujo la fuga a doce unidades, pero ya en el valle de Riaño recibió las órdenes del Omega de no entrar en los relevos, ante una maniobra del equipo por detrás. Aún así, la escapada pudo aguantar y el de San Lorenzo logró llegar a la última subida situado en condiciones de disputar la etapa. Aguantó las primeras rampas de la Camperona, más suaves, pero tras pasar Sabero tuvo que ceder en los porcentajes más duros. Ryder Hesjedal fue el más fuerte, gracias a un espectacular ataque para remontar al suizo Zaugg.