Los aullidos de Lobo Cojo

“Mis confidentes me han dicho que JP se convirtió el pasado sábado en un perfecto anfitrión de la zona VIP (¿se tomaría al fin la pastilla de Tranquilina?) instalada en uno de los extremos del polideportivo durante la celebración de Viajazz. Allí, nuestro insigne alcalde se esforzó en agasajar al ministro de Justicia, pero sin escatimar atenciones y sonrisas a directores generales, presentadores de TV y a algunos personajes del colorín que se habían dejado caer por la zona. Allí, entre copa y copa, canapé y canapé, cada uno seguía a su aire la actuación de Bob Dylan. Y allí, a pocos metros, apretujados y sudorosos se encontraban centenares de villalbinos (se dice que la mayoría del publico que asistió al concierto no era de Collado Villalba), viendo cómo con sus dineros -Dylan costó más de 50 millones de pesetas- los de la invitación oficial, o sea los que ni siquiera tuvieron que pasar por taquilla para abonar los módicos 20 euros del ala, ni sufrir un largo martirio para poder aparcar su vehículo, se lo pasaban de puta madre”, afirma Lobo Cojo.
“Pero la fiesta, al menos para mí, no ha hecho más que empezar y desde mi pedestal ya puedo ver como los feriantes empiezan a tomar posiciones en el nuevo y flamante recinto ferial, donde por cierto este año van a tener que pagar un alto precio para poder montar su chiringuito. Y es que, amigos, alguien tendrá que sufragar los dispendios de nuestro Ayuntamiento en las fiestas de Santiago Apóstol, entre ellos esos más de 40 millones destinados a festejos taurinos”.