El alcalde de Becerril denuncia el "boicot" de la oposición a la gestión del Equipo de Gobierno

La salida en agosto de 2013 de la concejala Fátima Rivas dejó al Equipo de Gobierno de Becerril de la Sierra en una situación de minoría frente a una oposición que desde entonces, según señala el alcalde, José Conesa, ha actuado en bloque, reuniendo votos de la derecha (PIBS, el grupo encabezado por el ex regidor Joaquín Montalvo), la izquierda (PSOE e Izquierda Unida) y los de la citada edil. “Lo que están provocando es una limitación importante en el gobierno, y esto al final deriva en perjuicios para los vecinos”, señaló Conesa en una rueda de prensa celebrada este lunes.

El último episodio de lo que calificó como “boicot” a la gestión del PP se vivió en el pleno celebrado el pasado sábado, sesión que incluía en el orden del día un reconocimiento extrajudicial de crédito para hacer frente a una factura de un proveedor que se encargó hace años (en la última legislatura de Montalvo como alcalde) de las obras para el soterramiento de basuras. Ya desde el principio, explicó el actual primer edil, surgieron “discrepancias entre el trabajo realizado y la factura presentada, dando lugar a un litigio”. Una vez que el nuevo Ejecutivo accedió al gobierno, manifestó, se trató de “buscar una solución”, tema del que se encargó precisamente la concejala Fátima Rivas, sin que se pudiera llegar a un acuerdo. Después, prosiguió Conesa, se requirió el trabajo de los técnicos municipales, llegando a un principio de acuerdo con la empresa que contó con el informe favorable del aparejador, el arquitecto, el secretario y el interventor municipal, además de hacer pasado por la Comisión de Hacienda. Este acuerdo es el que se llevó a pleno el sábado 5 de marzo para su aprobación, algo que rechazó la oposición, sumando los votos de PIBS, PSOE, IU y de la ex edil del PP (ocho en total) frente a los siete de los populares. El propio secretario, señaló Conesa, advirtió a estos concejales que esta medida podría tener “repercusiones de carácter penal, puesto que suponía un enriquecimiento injustificado del Ayuntamiento”, toda vez que se descartaba hacer frente al pago de la citada factura.

Se trata, dijo el alcalde, del “ejemplo más grave, pero no el único, de este acuerdo entre la edil tránsufuga y formaciones de izquierda y derecha, en contra de los intereses del pueblo”. En este mismo pleno, continuó Conesa, se rechazó también un convenio con el Canal de Isabel II para el pago de facturas, acuerdo que, según explicó el regidor, se había alcanzado en “condiciones ventajosas para el Ayuntamiento”, sin que tuviera “coste financiero” y consiguiendo además “mantener fondos de tesorería que nos daban una cierta rentabilidad”. “Lo que argumentó la oposición para votar en contra es que era mejor que nos acogiéramos al próximo plan de pago para las Administraciones a través del ICO, algo que sí tendría costes financieros para el Ayuntamiento, por lo que entendemos que este planteamiento va en contra de los intereses de Becerril de la Sierra”, manifestó el alcalde.
“No existe ningún criterio político, sino intereses en contra del PP y de las personas que conforman este Equipo de Gobierno”, reiteró Conesa, añadiendo de inmediato otro ejemplo de esta anómala situación, en este caso en relación a la propuesta de desistimiento de adhesión a la Mancomunidad de Residuos de la zona Norte. “No tiene sentido mantener un acuerdo para incorporarse a un organismo que no existe ni va a existir, sino que es una Mancomunidad fantasma; a esto también votaron en contra”, afirmó en su comparecencia ante los medios.

Por otra parte, el PSOE, gracias al apoyo de PIBS, IU y la ex edil del PP, logró la aprobación de sendas mociones sobre la financiación de las BESCAM y la apertura del hospital de Collado Villalba.

La oposición también tumbó el recurso de reposición del PP contra el cambio de horario de los plenos, que pasarán de celebrarse los sábados a mediodía a los jueves a las ocho de la tarde. “No existe más criterio que tirar por los suelos la gestión del Partido Popular”, insistió el regidor, que recordó que ya en diciembre de 2012 estos mismos ediles aprobaron una moción para “limitar el techo de gasto de las remuneraciones de la Corporación”, descartando la alternativa del Ejecutivo, que preveía una reducción de entre el 55 y el 60 por ciento en este concepto (a través del ahorro de la edil que había salido del Equipo de Gobierno, la jubilación de otros dos concejales del PP que dejarían de tener salario y una bajada del 15 por ciento en las retribuciones del alcalde). “Su propuesta es que ningún concejal tuviese sueldo, ante lo que hemos presentado un recurso contencioso-administrativo solicitando la suspensión del acuerdo y su posterior anulación”, explicó Conesa, que indica que este “boicot al día a día del Equipo de Gobierno” surge directamente del Partido Independiente de Becerril de la Sierra (PIBS) y concretamente del ex alcalde popular Joaquín Montalvo, a quien acusa de “intentar paralizar la gestión del Ayuntamiento” a través de la sistemática presentación de requerimientos y petición de informes. “No hay ningún criterio de oposición, sólo la intención de bloquear por bloquear para en el futuro intentar sacar un rédito electoral”, manifestó Conesa. “Nuestro gobierno está contra la pared, pero aún así estamos haciéndolo lo mejor posible. Quienes salen más perjudicados de esta situación son los vecinos, porque es una política hecha a partir del rencor”, subrayó.

A juicio del primer edil, “Joaquín Montalvo no llegó a aceptar que su momento de renovación en el PP había llegado después de 12 años como alcalde”, recordando además que está “imputado por una demanda por infamias contra el concejal de Urbanismo”.

Finalmente, el alcalde señaló que el “mejor aval” del Ejecutivo es el de los “números”, anunciando que el ejercicio 2012 se cerrará con un superávit de 463.000 euros y un remanente de tesorería posestivo de 115.000. “Becerril sigue siendo una referencia en nuestra comarca, manteniendo la calidad de los servicios, mejorando las fiestas y aplicando una buena gestión municipal”. En este último punto destacó el acuerdo que se alcanzó con los trabajadores para adelantar la paga extra, de modo que pudiesen mantener “su capacidad de gasto”, algo que finalmente redunda en beneficio de la localidad.