El Ayuntamiento de Boadilla ha concluido recientemente la obra de renovación de la mediana situada entre la carretera de Majadahonda y la calle Isabel II, así como la zona de gravas que conecta ambas vías. Esta intervención abarca un área aproximada de 640 m² y tiene como objetivo principal controlar la proliferación de vegetación espontánea, además de eliminar el uso de herbicidas.
Para lograrlo, se ha instalado un sistema que incluye una malla geotextil y un aglutinante estabilizador. La malla actúa como una barrera física, mientras que el aglutinante se encarga de fijar el árido, evitando su desplazamiento. Esta combinación no solo mejora la estética y limpieza del entorno, sino que también reduce significativamente la necesidad de mantenimiento frecuente.
Beneficios a largo plazo
La renovación realizada en estas medianas contribuye a prolongar la durabilidad de la intervención paisajística, ofreciendo un espacio más ordenado y atractivo para los ciudadanos. La estrategia adoptada busca no solo embellecer el área, sino también implementar prácticas más sostenibles en el manejo del paisaje urbano.
Con esta obra, el Ayuntamiento reafirma su compromiso con el cuidado del medio ambiente y la mejora continua del entorno urbano, promoviendo espacios verdes que sean funcionales y estéticamente agradables para todos los vecinos.
Preguntas sobre la noticia
¿Qué obra ha finalizado el Ayuntamiento de Boadilla?
El Ayuntamiento de Boadilla ha finalizado la obra de renovación de la mediana entre la carretera de Majadahonda y la calle Isabel II, así como la zona de gravas dentro del área verde que conecta ambas vías.
¿Cuál es la superficie de la intervención realizada?
La intervención abarca una superficie aproximada de 640 m².
¿Cuál es el objetivo de esta renovación?
El objetivo es controlar eficazmente la proliferación de vegetación espontánea y eliminar el uso de herbicidas mediante un sistema compuesto por malla geotextil y aglutinante estabilizador.
¿Cómo funciona el sistema instalado en las medianas?
La malla geotextil actúa como barrera física, mientras que el aglutinante fija el árido, evitando su desplazamiento.
¿Qué beneficios aporta esta intervención?
Esta combinación mejora la estética y limpieza de los espacios, reduce la necesidad de mantenimiento frecuente y prolonga la durabilidad de la intervención paisajística.