Llevamos varios meses de una campaña electoral inacabable, pero es precisamente ahora cuando comienza la de verdad.
Las agendas ideológicas gubernamentales acaban convirtiendo la supuesta igualdad en tram-pas esperpénticas y extravagantes.
Es de primero de asignatura policíaca: quien se beneficia de un crimen es el mayor sospechoso.
Este mes de abril ha comenzado con una operación vital para poder reeditar con garantía el actual gobierno de coalición; la presentación en sociedad de la plataforma “Sumar” de la vicepresidenta Yolanda Díaz.
Hay que reconocer que la actualidad política está que arde. Una vez pasado el sunami de las leyes trans y del “solo sí es sí”, más la esperpéntica moción de censura sacada de su chistera por VOX, cuando ya se intuía una etapa tranquila hasta el inicio de la campaña electoral del 28-M, nuevamente las aguas bajan agitadas.
Una vez más corroboramos que el mantenimiento de una forma de actuar, de tener ciertos comportamientos, es algo que no va.
LA CONJURA DE LOS NECIOS
La moción de censura al gobierno y sus posibles derivadas.
Acaba de pasar un día importante pero triste a la vez para el feminismo y para la izquierda en su conjunto, el 8-M día internacional de la mujer.
Las consecuencias de la ley del «sólo sí, es sí», el caso Tito Berni o la salida de Ferrovial son acontecimientos que le están rompiendo el «relato» a La Moncloa.
Un nuevo 8-M viene al escenario político. Un día que debía ser de lucha por los derechos de la mujer, por la igualdad, por la justicia, juntas y que este año se va a “celebrar” con división y enfrentamiento para regocijo de las diferentes derechas y los machirulos de turno.
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